Un equipo de investigación internacional dirigido por Mojse Hajtov del Instituto Kurchatov de Moscú y Rudolf Valenta de la Universidad de Medicina de Viena han ideado un nuevo método: un fármaco que se puede inhalar para prevenir daños en los pulmones de los enfermos.
Y según Valenta, la mayor parte de la mezcla de anticuerpos y plasma de la compañía farmacéutica estadounidense Regeneron ha estado disponible para su recuperación hasta ahora. La conclusión es que los anticuerpos de la sangre de las personas con Covid-19 se utilizan para tratarlo.
El fármaco que se está desarrollando ahora funciona de manera diferente y ya se encuentra en las primeras etapas de la segunda fase clínica. La esencia del tratamiento es combinar el ADN y el péptido transportador para que el principio activo se dirija a las células infectadas, evitando la propagación del virus. El mecanismo de protección incrustado en el ARN evita que el fármaco se degrade de inmediato y sea ineficaz. Al igual que los medicamentos para el asma, el líquido debe inhalarse y se recomienda usarlo varias veces al día.
Los investigadores encontraron que el nuevo tratamiento no solo previno el daño pulmonar severo, sino que también ralentizó el desarrollo de complicaciones graves, evitando así la ventilación mecánica para los pacientes. Por cierto, el nuevo fármaco se basa en el trabajo de Craig Mello y Andrew Fire, ganadores del Premio Nobel de Medicina de 2006. Se descubrió la interferencia del ARN, que es responsable de activar o desactivar ciertos genes en las células eucariotas (el núcleo).
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