La humanidad está a un paso de la hibernación

Hay muchas películas y libros que tratan el tema de la hibernación, y es posible que haya habido un momento en que la ciencia estaba más interesada en este tema que hoy. Pero la cuestión no quedó completamente olvidada: los científicos chinos informaron que con la ayuda de una nueva técnica pudieron congelar el cerebro humano durante un año y medio sin sufrir daños y luego descongelarlo.

Los especialistas de la Universidad de Fudan han realizado experimentos con diversas sustancias químicas con las que pueden congelar órganos sensibles sin destruir los tejidos que los componen. Cualquiera puede encontrarse con el fenómeno de los daños causados ​​por la congelación, por ejemplo. Por eso las frutas congeladas tampoco tienen ese aspecto ni saben así.

Los investigadores primero probaron estas prometedoras sustancias químicas en tejido cerebral cultivado en condiciones de laboratorio. Trataron las células con estos elementos y luego las colocaron en nitrógeno líquido durante 24 horas. Después de eso, lo descongelaron rápidamente con agua caliente y luego vinieron las inspecciones. Los materiales que lograron mejores resultados fueron sometidos a otra ronda de pruebas similares.

Al final, una mezcla llamada MEDY demostró ser la mejor, protegiendo los tejidos de manera excelente durante 18 meses durante las pruebas. Los científicos se atrevieron a probar este método en tejido cerebral humano real. Su prueba fue prometedora: no sólo el cerebro permaneció intacto, sino que también se pudo demostrar mediante exámenes patológicos posteriores que su anterior propietario había padecido epilepsia.

En general, es sólo un pequeño paso en la búsqueda de posibles sueños de ciencia ficción, y no habrá nada en el corto plazo que congele y descongele a la gente décadas o siglos después. Sin embargo, la técnica de congelación puede ser útil en medicina porque, como muestra el ejemplo, se puede conservar el tejido para poder examinarlo en el futuro con herramientas más avanzadas. Esto también puede ayudar a realizar un mapeo más preciso de una enfermedad o dolencia desconocida.

fuente:
Nuevo Atlas

Fuente(s) de la imagen:
imágenes falsas


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