Incluso en el aeropuerto de Madrid los inmigrantes ilegales no pueden hacer frente a la situación. AENA, que gestiona el aeropuerto, se ha visto obligada a abrir nuevas salas de espera por segunda vez este año, por lo que muchos buscan asilo a través de la policía local.
Empleados de la autoridad dijeron al periódico La Gaceta que el descontrol de los vuelos procedentes de Marruecos, Turquía y Mauritania está aumentando el caos en Barajas. Royal Air Maroc y Turkish Airlines causan dolores de cabeza, dicen los agentes, porque cuando sus pasajeros abordan sus aviones en ciudades como Casablanca, nadie les pide visas. La mayoría de los vuelos operados por la compañía marroquí tienen como destino El Salvador y Nicaragua, cada uno de los cuales tiene una escala. Una parte importante de estos últimos se realiza en Madrid. Sin embargo, muchos pasajeros abordan estos vuelos con la intención de interrumpir su viaje en la capital española, destruyendo sus documentos y pidiendo asilo tras aterrizar.
La policía dice que últimamente se ha vuelto común que los inmigrantes se coman sus pasaportes en los baños de los aeropuertos.
Al final, las autoridades se ven obligadas a proporcionarles alojamiento y comida en Barajas hasta que se evalúe su solicitud de asilo. En las últimas semanas -por segunda vez este año- se han producido varios casos similares en el aeropuerto de Madrid, que obligaron a abrir nuevas habitaciones para africanos. Además, la situación se ve agravada por el hecho de que, siguiendo instrucciones del Gobierno central socialista, los inmigrantes ilegales que llegan a Canarias son trasladados constantemente a Madrid para escapar del sistema de acogida de este último. Estas personas también llegan al aeropuerto de la capital y allí tienen que ser atendidas hasta que puedan ser distribuidas en las regiones. La policía dijo que muchos de ellos son muy complejos y provocan serios conflictos entre ellos casi todos los días.
Tanto AENA como la policía española creen que la inmigración ilegal a través de los aeropuertos se puede prevenir si las aerolíneas siguen las reglas y solicitan visas de tránsito a la salida. En este caso exigen la apertura de un diálogo urgente entre el gobierno socialista español y Marruecos en particular, ya que la mayoría de los inmigrantes ilegales son traídos a Barajas por su aerolínea.
Sin embargo, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlasca, muy criticado por la derecha, intenta solucionar el problema de otra manera. Este año, ha gastado casi 2,4 millones de euros para mejorar las condiciones de los solicitantes de asilo en Madrid-Barajas, después de que a finales del año pasado cientos de inmigrantes fueran retenidos en salas de espera abarrotadas. Esta situación finalmente provocó la fuga de una veintena de personas.
Portada (pie de foto): Un pasajero en el aeropuerto de Madrid, Barajas (Foto: AFP)
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