Ataque terrorista en un paraíso turístico: 202 muertos en Bali

A Bali se la suele llamar la «Isla de la Paz», ya que el lugar es famoso no sólo por su belleza natural, sino también por su tranquilidad y riqueza cultural. La isla ha sido uno de los destinos turísticos más populares de Indonesia durante décadas, especialmente entre los turistas australianos, europeos y estadounidenses. La hospitalidad de la gente de Bali, junto con las playas vírgenes y la cultura exótica, ha creado un complejo ideal para los visitantes. Un atentado terrorista en este paraíso turístico era impensable.

Ataque terrorista en paraíso turístico: la destrucción fue masiva
Foto: Getty Images/Eddy Purnomo

Sin embargo, en el otoño de 2002, este hermoso lugar se convirtió en el escenario de un horrible ataque terrorista cuando el grupo extremista islámico Jemaah Islamiyah atacó la ciudad de Kuta, donde miles de turistas se habían reunido para disfrutar de la vida nocturna de Bali. El momento del ataque también fue particularmente cruel: las explosiones ocurrieron el sábado por la noche, durante uno de los períodos de mayor actividad. Este ataque es el ataque terrorista más mortífero y mortífero en Indonesia hasta la fecha.

Ataque terrorista en paraíso turístico: la noche fatídica

El 12 de octubre de 2002, poco después de las 23:00 horas, dos devastadoras explosiones sacudieron el centro de Kuta, situada en la parte sur de la isla de Bali. La primera bomba explotó dentro de un popular pub irlandés llamado Paddy’s Pub cuando un atacante suicida se hizo estallar. La explosión provocó inmediatamente pánico y caos en el concurrido bar, donde se habían reunido muchos jóvenes turistas para pasar un buen rato, y la gente huyó asustada a la calle, sin saber que les esperaba una amenaza mayor.

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Porque unos minutos más tarde se produjo una segunda explosión, mucho más poderosa, frente al cercano Sari Club, donde explotó un artefacto explosivo escondido en un camión blanco.

Esta bomba fue tan poderosa que también derrumbó los edificios circundantes y se desató un enorme incendio que se cobró más víctimas. La bomba creó un cráter de un metro de profundidad.

En el momento del ataque había muchos turistas en la isla, porque el período de octubre es muy concurrido, ya que mucha gente visitaba la isla para celebrar el final de la temporada. El simbolismo del ataque era claro: los atacantes tenían como objetivo a turistas occidentales, que fueron atacados por sus objetivos políticos.

Murieron 202 personas, la mayoría de ellos turistas de entre 20 y 30 años, pero entre las víctimas también había muchos indonesios. Las víctimas de los bombardeos fueron residentes de 21 países, entre ellos 88 australianos, 38 indonesios, 23 británicos y 7 estadounidenses. Pero entre las víctimas también se encontraban alemanes, suecos, holandeses, franceses, daneses y suizos.

Además de las víctimas, también hubo muchos heridos, la mayoría con quemaduras. El hospital local no estaba preparado para atender a los cientos de personas que necesitaban ayuda y rápidamente se vio abrumado, por lo que algunas víctimas de quemaduras tuvieron que ser colocadas en piscinas de hoteles cercanos para aliviar su dolor. Muchos de ellos tuvieron que viajar largas distancias para recibir ayuda.

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