¿Cómo se pelearon Inglaterra y España por una oreja cortada?

Esta guerra entre el Reino Unido y España se llamó oficialmente «Guerra de Asciento». En el centro de los acontecimientos estaba un tal capitán inglés Robert Jenkins, a quien supuestamente las autoridades españolas le cortaron la oreja en un incidente ocurrido en 1731, cuando su barco supuestamente participaba en comercio ilegal con las colonias españolas.

Jenkins presentó sorprendentemente la oreja cortada. Bretaña Causó gran agitación y conmoción en el Parlamento. El gobierno británico, encabezado por su líder, Robert Walpole, aprovechó este acontecimiento y declaró la guerra a España, aprovechando el sentimiento bélico del público.

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Está claro que el caso del oído de Jenkins no fue simplemente la causa del estallido de la guerra, sino que sirvió como un precursor que los líderes políticos y militares utilizaron hábilmente para lograr sus objetivos actuales.

Las batallas en el Caribe, incluida la Batalla de La Guerra (1743), en la que la flota británica luchó con éxito contra las fuerzas españolas, contribuyeron a las características de la guerra. Sin embargo, la guerra tuvo otras consecuencias significativas, iniciándose otros conflictos como la Guerra de Sucesión de Austria.

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Este conflicto no sólo se conoció como la «Guerra de los oídos», sino que también planteó la cuestión del significado y la necesidad de la guerra debido a sus circunstancias específicas y su prolongada duración.

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La guerra contra la Oreja de Jenkins duró casi una década, sin cambios territoriales significativos durante el proceso de paz. Así, para muchos, este conflicto militar se convirtió en un acontecimiento histórico cuyo significado y continuidad a largo plazo estaban en duda.

Fuente: Británica

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