Mientras tanto, a Canarias ya han llegado inmigrantes registrados en los primeros cuatro meses del año. Según las estadísticas del Ministerio del Interior, se trata de un aumento de casi el cuatrocientos por ciento en comparación con el mismo período del año pasado. Si bien poco más de tres mil personas terminaron en la región entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2023, este año llegaron cerca de 16.000 personas.
Según grupos de rescate marítimo, este año se alcanzará un máximo histórico en términos de migración ilegal. Calculan que al menos 85.000 civiles africanos necesitarán ser rescatados y atendidos si las presiones actuales no disminuyen. Esto será el doble que el año pasado.
Los sindicatos llevan meses exigiendo recursos y refuerzos adicionales porque consideran que el sistema actual no podrá hacer frente a la próxima ola de migración.
Mientras tanto, tanto Frontex como el Ministerio del Interior español han dicho que su principal objetivo es garantizar la seguridad de todas las llegadas. Se informa que el ministerio tiene previsto trasladar 800 agentes de policía a las Islas Canarias en las próximas semanas. Cuando se les pregunta qué está haciendo el gabinete socialista (PSOE) para detener la migración ilegal, dicen que las medidas que han tomado hasta ahora ya están dando sus frutos, con un cuarenta por ciento menos de personas que salen hacia Europa gracias a la cooperación del gobierno español.
Esto significa que la política migratoria del Ministerio del Interior no eliminará el problema de Canarias, y el ministerio que preside Fernando Grande-Marlasca no tiene ningún plan para hacer frente a la ola inmigratoria sin precedentes que amenaza al archipiélago.
Imagen de portada: Los inmigrantes ilegales abruman a España (Foto: AFP/Andres Gutiérrez vía Anatolia)
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