El número de jóvenes con enfermedades mentales en la Unión Europea se ha duplicado en dos años

Sin embargo, la Unión Europea ha gastado 30 millones de euros en tres años en programas destinados a prevenirlos.

Más de 150 millones de personas padecen enfermedades mentales en Europa, y la situación está empeorando, especialmente entre los jóvenes, a pesar de que la Unión Europea ha destinado medidas financieras para abordar el problema.

Según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epidemia de coronavirus solo exacerbó la situación, y el informe conjunto de la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tampoco prometía nada bueno. Según este último, entre la juventud europea se ha duplicado el número de los que necesitan ayuda mental, pero no la reciben.

Entre los principales síntomas se encuentran la depresión, el estrés, el nerviosismo y el uso anormal de sedantes, y entre las causas fundamentales más comunes se encuentran la pobreza, el desempleo, el trabajo manual excesivo y la falta de asistencia mental mencionadas anteriormente.

A menudo, las personas más vulnerables son las más afectadas por el problema. Desafortunadamente, el mismo hecho básico es que muchas personas están atrapadas en problemas y sufren en silencio, dijo Alex Agios Saliba, representante del Parlamento de Malta.

La Semana Europea de la Salud Mental, organizada el pasado mes de mayo por Mental Health Europe, la organización no gubernamental independiente de salud mental más grande de Europa, llegó a conclusiones similares, señalando que en la mayoría de los países europeos, los problemas de salud mental se han duplicado entre las personas de entre 15 y 24 años en los últimos dos años. A raíz de la pandemia, además de los conflictos armados en la región europea, ha aumentado la incertidumbre y el miedo.

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En su informe, la Comisión Europea indicó que el enfoque debe cambiarse a la prevención, es decir, deben abordarse los factores de riesgo ambientales y de comportamiento, y deben tomarse medidas más ambiciosas en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.

A través de sus diferentes canales, la Unión Europea ha gastado 30 millones de euros en los últimos tres años en el mantenimiento de la salud mental, y este año destina otros 18 millones de euros para desarrollar un nuevo enfoque. A partir de esto, la estrategia puede estar preparada para junio.

«Cuando hablamos de salud mental, tenemos que entender que puede incluir todo y a todos, desde la infancia hasta los ancianos», dijo Stella Kyriakides de Chipre, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea. Agregó que la salud física y mental van de la mano, y solo podemos vivir bien si están en armonía. A su vez, la enfermedad mental y el dolor pueden conducir a un círculo vicioso, lo que perjudica la participación en la vida comunitaria, la movilidad y la calidad de vida en general.

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