Las tensiones están aumentando en el gigante automovilístico, ya que el posible cierre de fábricas, que sería el primero en la historia de la empresa alemana, ha puesto a la empresa en conflicto con el sindicato de trabajadores IG Metall, que culpa a la dirección de la empresa y a la disminución del apoyo gubernamental a Los problemas de Volkswagen.
Los representantes de los trabajadores se comprometieron a oponerse ferozmente a los despidos previstos,
Además, IG Metall exige ahora un aumento salarial del 7 por ciento y amenaza con una huelga que podría comenzar a principios de diciembre.
Thorsten Groeger, jefe negociador de IG Metall, criticó duramente a VW y dijo:
El buen pastor alimenta a sus ovejas y las reúne. El patrocinador de Volkswagen amenaza con desollarlos y luego arrojarlos al tornado
Grüger luego reconoció que Volkswagen enfrentó desafíos importantes, pero enfatizó que el éxito anterior de la compañía se había basado en la resolución colaborativa de problemas con los empleados, no en la confrontación. Posteriormente, Grüger calificó las medidas previstas como un error histórico.
IG Metall también debe negociar nuevos contratos laborales para los 130.000 trabajadores de Volkswagen en Alemania después de que la compañía desechara este mes acuerdos que habían protegido puestos de trabajo en las seis plantas de Volkswagen en el oeste de Alemania desde mediados de los años 1990.
Mientras tanto, Volkswagen dice que los altos costos de energía y mano de obra en Alemania lo ponen en desventaja en comparación con sus rivales europeos, así como con sus rivales chinos, que buscan hacerse con una gran porción del mercado de vehículos eléctricos de la región.
Este mensaje fue confirmado al inicio de las negociaciones por el director de personal de la marca Volkswagen, quien afirmó que la división necesitaba recortar costos para mantener la competitividad.
Alemania va por detrás de sus competidores. Esto afecta especialmente a la marca principal de Volkswagen. Necesitamos trabajar juntos para transformar nuestra empresa. La situación es peligrosa.
dijo Arne Mieswinkel.
Este choque preocupa al gobierno de coalición de Alemania, que ya está luchando por impulsar el crecimiento económico y aumentar su popularidad antes de las elecciones federales del próximo año.
El Ministro de Economía, Robert Habeck, dijo durante una visita a la fábrica la semana pasada que quería ayudar a Volkswagen durante un período de reducción de costos sin tener que cerrar fábricas, pero agregó que había límites.
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