Hacer que la cadena de suministro sea más eficiente es un interés empresarial común

Según una encuesta realizada por EY en 15 países europeos, la gran mayoría de las empresas no ven cómo sus esfuerzos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), como lograr cero emisiones netas, contribuyen a su desempeño empresarial. En consecuencia, sólo una cuarta parte de los encuestados tiene una estrategia clara para alcanzar los objetivos de protección del clima. Estas cifras pueden parecer desalentadoras, sin embargo, es alentador que casi todos los participantes estén realizando cambios regulatorios en respuesta a las Directivas de la UE sobre la debida diligencia de sostenibilidad corporativa (CSDDD) y los informes de sostenibilidad (CSRD). Una solución a este problema es hacer que la colaboración entre proveedores sea más eficiente, por ejemplo desarrollando infraestructura tecnológica, que apoyaría no sólo el desempeño empresarial, sino también reduciría las emisiones indirectas de gases de efecto invernadero. Desafortunadamente, el progreso se ve obstaculizado por el hecho de que sólo cuatro de cada diez encuestados saben cómo acceder a los recursos financieros disponibles en el Pacto Verde de la UE.

Foto: Imágenes falsas

¿Qué significan realmente estos datos?

Las empresas europeas están descuidando muchas inversiones y avances prometedores en la protección del clima simplemente porque aún no han reconocido los beneficios comerciales de los aspectos ESG. Sin embargo, las empresas que operan en consecuencia son más atractivas para los inversores y los mercados financieros. Además, en muchos casos, la financiación ya es una condición para que el solicitante cumpla con los lineamientos de sostenibilidad. El imparable aumento de las cuestiones ESG está moviendo los mercados de todo el mundo, y también está impactando a actores globales como la propia EY, que, a través de la recién anunciada fusión de Dienstat, ha creado el mayor equipo de consultoría de sostenibilidad en Hungría, por ejemplo, para satisfacer las crecientes demandas de los clientes. Pero se puede citar como ejemplo el premio EY al Empresario del Año, ya que el premio especial a la sostenibilidad de este año llama la atención del sector empresarial local sobre la importancia crítica de este ámbito.

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La ley exige esto

Otra prueba del cambio de tendencia mencionado anteriormente es que las operaciones sostenibles de las empresas en Hungría ya están reguladas a nivel legal. El Código ESG, que entró en vigor a principios de año, tiene como objetivo apoyar la ventaja competitiva de largo plazo de las empresas locales, Según los principios de sostenibilidad. Hay muchas aclaraciones respecto del reglamento ejecutivo de la ley, como lo demuestra la reforma a la ley el pasado mes de abril, en su marco El Parlamento concretó las cuestiones regulatorias y las funciones de supervisión, e identificó funciones y actividades incompatibles que ocurren durante el proceso de presentación de informes ESG. Mediante esta enmienda, la ley fortalece la competitividad de las empresas húngaras en lo que respecta al cumplimiento de las normas medioambientales, sociales y de gobernanza. Al estandarizar el cuestionario relacionado con los informes de sostenibilidad, el reglamento reduce la creciente carga de información para los actores externos. También es importante que, al apoyar su preparación para el suministro y la certificación de datos ESG, la ley garantice que se cumplan las expectativas profesionales de los accionistas.

Las empresas locales relevantes deben examinar la sostenibilidad de sus operaciones y cadena de suministro según su tipo, tamaño y capacidad de impacto.

Parte de esto incluye, entre otras cosas, establecer un sistema de gestión y análisis de riesgos, establecer medidas preventivas y tomar medidas correctivas en caso de ser necesario. También será necesario desarrollar una estrategia de responsabilidad interna. Las empresas involucradas tienen la obligación legal de elaborar cada año un informe ESG sobre si han completado la debida diligencia, que deben publicar en el sitio web de la empresa en un plazo de seis meses.

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Le pasa a todo el mundo

Las grandes empresas de interés público primero deben realizar la debida diligencia para el año fiscal 2024 y deben publicar su primer informe ESG en 2025. Otras grandes empresas deben realizar la debida diligencia a partir del año fiscal 2025 y emitir un informe ESG a partir de 2026. Las PYMES de interés público son deberán ser inspeccionados a partir del año comercial 2026, y transcurrido un año también deberán presentar un informe.

La mayoría de las empresas locales hoy en día operan de manera insostenible, pero según las nuevas normas de la UE, esto no puede continuar por mucho más tiempo.

Por esta razón, es urgente que los tomadores de decisiones locales evalúen en qué medida la regulación se aplica a sus actividades de manera oportuna y cómo pueden cumplir con las expectativas.

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