«He visto muchos informes científicos en mi vida, pero todavía no». El 28 de febrero, la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, respondió a un informe del Panel Intergubernamental sobre Paneles Intergubernamentales (IPCC). Guterres calificó la declaración como una acusación contra la política climática fallida de los líderes políticos.
La declaración es particularmente impactante porque habla del presente, no del futuro. Ya 3.300 millones de personas, casi la mitad de la población mundial, ya viven en las zonas más propensas al cambio climático y los fenómenos meteorológicos graves (incendios, inundaciones, sequías).
El ritmo actual de calentamiento está restringiendo el acceso al agua y los alimentos de millones de personas.
Algunas áreas pueden volverse completamente inhabitables y muchas se ven obligadas a abandonar sus hogares. Las islas pequeñas y las ciudades costeras corren un riesgo especial debido al aumento del nivel del mar.
La extinción masiva de especies, la desaparición de los arrecifes de coral y el agotamiento de los glaciares son las amenazas más graves.
Estos peligros, por supuesto, han existido durante décadas. El mensaje principal del informe es que estas amenazas futuras ahora se han convertido en una realidad. Pero la gente del mundo no se ve igualmente afectada por estos problemas. Los más vulnerables son África, América Central y del Sur y el sur de Asia. Para 2030, el cambio climático podría empujar a 40 millones de personas más a la pobreza extrema en África.
La Junta existe desde 1988 y su sexto informe desde entonces. De nuevo, se ha destacado como objetivo clave mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados, aunque se estima que alcanzaremos este límite crítico en dos décadas. «La ventana se está cerrando muy rápidamente para garantizar un futuro habitable en el planeta», dijo Hans-Otto Portner, copresidente del grupo de trabajo que trabaja en el informe. (Defensor, punto de acceso, Reuters)