Ahora es el comienzo de la temporada de garrapatas, por lo que es una buena idea estar atento porque las pequeñas criaturas están más activas de abril a julio y luego de septiembre a noviembre. Pero parece que ya no les tendremos tanto miedo, ya que parece que una proteína que se encuentra en el sudor humano puede proteger contra Borrelia, la bacteria transmitida por garrapatas que causa la enfermedad de Lyme.
En comunicaciones de la naturaleza Atrás En un estudio podemos leer que la proteína detuvo el crecimiento de bacterias en ratones de laboratorio. Pero hay personas a quienes las proteínas no les funcionan bien y esto puede aumentar el riesgo de enfermedad.
Normalmente asociamos la enfermedad de Lyme con actividades recreativas, campamentos y caminatas por el bosque, donde imaginamos garrapatas en grandes cantidades, aunque también es útil recordar cuánto sudamos, dijo Michel Tal, inmunólogo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Animales en la reunión.
En busca de genes que pudieran hacer que algunas personas sean más susceptibles a la enfermedad de Lyme, Tal y sus colegas analizaron datos genéticos de unas 620.000 personas.
De ellos, a más de 25.000 se les ha diagnosticado la enfermedad de Lyme.
Se han identificado tres genes importantes: dos de ellos proporcionan instrucciones para producir proteínas inmunes que ayudan al cuerpo a reconocer invasores extraños y el tercero codifica SCGB1D2. Se trata de una proteína extraña, de la que los investigadores todavía no saben mucho. Ahora está claro que se produce en las glándulas sudoríparas y que también puede aparecer en la piel. En la piel, es la primera línea de defensa contra las garrapatas.
En condiciones de laboratorio, la proteína inhibió el crecimiento de Borrelia burgdorferi, la bacteria que causa la enfermedad de Lyme, y los ratones inyectados con la proteína y la bacteria no se infectaron.
Sin embargo, el 40% de las personas en el estudio tenían una versión modificada de la proteína y necesitaban el doble de proteína para suprimir las bacterias. Cuando se administró la variante proteica a animales con bacterias, se desarrollaron infecciones.
Los investigadores dicen que los nuevos hallazgos son prometedores: la versión natural de SCGB1D2 algún día podría usarse para tratar o prevenir la enfermedad de Lyme. Mientras tanto, hagamos lo mejor que podamos para ver si podemos mantener alejadas las garrapatas.
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