El trastorno de acaparamiento es una condición de comportamiento compulsivo en la que la persona afectada no puede regalar cosas que tiene en su poder, y puede ir desde acaparar hasta no permitir que otros toquen los artículos que tiene almacenados. Con el tiempo, los objetos cubren la residencia del acaparador, alterando funciones básicas de la vida diaria, provocando exclusión social y pueden suponer un peligro para el paciente y su entorno. Esta conducta patológica afecta al 2,5% de las personas y es igualmente común en hombres y mujeres.
Carolyn Rodríguez, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, y su equipo están intentando ayudar a los acaparadores utilizando la realidad virtual.
A una persona con trastorno de acaparamiento le resulta difícil regalar sus posesiones. El divorcio puede ir desde vandalismo, donación o incluso reciclaje, cualquier cosa así les causa un miedo extremo.
Explicó el profesor Rodríguez.
En las primeras pruebas, 9 voluntarios participaron en una terapia de grupo en línea de 16 semanas de duración, en la que se les asignaron tareas de terapia cognitivo-conductual en el mundo virtual.
De hecho, practican dejar ir diferentes cosas, lo cual es un paso para deshacerse de ellas en el mundo real.
explicó Rodríguez.
Siete de los nueve informaron una reducción del malestar.
Rodríguez señaló que la terapia cognitivo conductual es la mejor herramienta para el acaparamiento y, a medida que avanza la tecnología, la realidad virtual y la realidad aumentada pueden complementarla muy bien. En particular, puede ser una herramienta eficaz porque a menudo es difícil llegar a los pacientes porque viven lejos o sus casas son peligrosas porque ya tienen cosas amontonadas por encima de la altura de los hombros.
La realidad virtual se utiliza desde los años 90 para tratar diversos miedos y fobias. Según las investigaciones, las herramientas que imitan la realidad generalmente se pueden utilizar bien para reducir diversos síntomas de ansiedad. En la Universidad Semmelweis, por ejemplo, enseñan a los pacientes esquizofrénicos a reconocer las emociones.
(Fronteras en psiquiatría, Noticias de Scripps)
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