Basándose en datos sísmicos que datan de dos décadas atrás, científicos estadounidenses, chinos y canadienses han llegado a la conclusión de que la rotación del núcleo de la Tierra se ha ralentizado durante la última década.
El núcleo de la Tierra es una bola densa y muy caliente de hierro y níquel, de dos tercios del tamaño de la Luna, situada a 4.800 kilómetros bajo nuestros pies. Existe mucha controversia científica sobre su movimiento y naturaleza, que se debe principalmente a que nuestro conocimiento es una imagen formada por datos indirectos (ondas, campos magnéticos, medición del tiempo).
El pasado mes de febrero, una investigación conjunta de la Universidad del Sur de California y la Academia de Ciencias de China llegó a la conclusión de que la velocidad de rotación del núcleo de nuestro planeta aumenta y disminuye periódicamente. Cuando se ve desde la superficie, su movimiento se refleja de vez en cuando. Esto no significa que la rotación del núcleo gire en sentido contrario, ni tampoco que se detenga. Aunque este fenómeno está vinculado a los terremotos, no hay motivo para entrar en pánico por el fin del mundo.
En el último número de Nature, el mismo equipo intentó demostrar su teoría sobre la rotación del núcleo más allá de toda duda razonable. Por ello, analizaron datos sísmicos que datan de varias décadas atrás. Estos incluyeron, por ejemplo, datos de 121 terremotos alrededor de las Islas Sandwich del Sur entre 1991 y 2023. El período comprendido entre 1971 y 1974 también fue parte del análisis
Explosiones de prueba nucleares soviéticas
Y grabaciones de ondas que atraviesan el corazón de las pruebas de armas nucleares francesas y estadounidenses.
Los investigadores compararon y organizaron alrededor de 200 formas de onda. En el proceso, encontraron grupos de tres oleadas que se repetían con dos décadas de diferencia, con diferencias mínimas entre los dos.
Según los resultados, el núcleo se ha estado desacelerando constantemente y girando más lentamente que la corteza desde 2010, en comparación con las cuatro décadas anteriores. Actualmente, la rotación es 2,5 veces más lenta que antes.
Según el profesor de la USC John Vidal, este fenómeno es causado por el remolino de hierro líquido que cubre el exterior del núcleo, que es causado por la influencia gravitacional de las capas superiores. Esta es la misma zona donde se genera el campo magnético que protege al planeta de los rayos cósmicos. Según Vidal, la desaceleración del núcleo también frena la rotación de la Tierra y acorta la duración del día en unas milésimas de segundo.
El núcleo interno vive una vida más vibrante de lo que jamás hayamos conocido.
– El profesor afirmó que la duración de la investigación y la precisión del análisis de las ondas es un avance importante que aporta mucho al debate científico sobre la dinámica del núcleo del planeta.
(Alerta científica, Diario Scitech, Observadores)
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