El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre el mayor fabricante de chips del mundo, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, o para abreviar TSMC, bajo sospecha de violar las restricciones a las exportaciones contra China. Según la información, TSMC supuestamente se confabuló con Huawei para eludir las restricciones.
En 2020, los responsables políticos estadounidenses incluyeron a Huawei en la lista negra, a la que consideran una empresa estatal china que representa una amenaza para la seguridad nacional. Todo esto fue sólo la conclusión. Ya en 2012 surgieron dudas sobre la fiabilidad de la ciberseguridad de los productos de la gran empresa china que fabrica teléfonos inteligentes y equipos de telecomunicaciones y que también adquirió Ericsson. Incluso durante la presidencia de Donald Trump, los dispositivos Huawei fueron prohibidos en las oficinas gubernamentales de EE. UU. y Google también los eliminó de Android.
Cuando se impusieron las restricciones en 2020, Huawei era el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo, por delante de Apple y Samsung. No sólo se sugirió que los espías chinos podían moverse libremente sobre los dispositivos que fabricaban, sino que también supuestamente proporcionaban servicios financieros a Irán, que está sujeto a sanciones internacionales (el 15% del petróleo que llega a China proviene de Irán). Sus actividades se convirtieron en el punto focal de la guerra comercial.
Las empresas de países aliados sólo pueden vender chips a Huawei con una licencia estadounidense. A raíz del revuelo en torno a la IA, la lista de prohibiciones se actualizó recientemente con chips que podrían usarse con fines de IA, como los chips móviles 5G. El Mate 60 lanzado en 2023 todavía incluye 5G desde algún lugar. Esto fue una sorpresa porque China no tiene la tecnología para fabricar chips 5G. Según el sitio web The Information, y según la agencia estadounidense, todo esto podría haber sucedido a través de TSMC vendiendo chips y/o ayudando a Huawei a desarrollar sus propios chips.
Una brecha en la armadura
La compañía taiwanesa dijo el viernes que TSMC respeta la ley y cumple con todas las reglas, incluidas las restricciones a la exportación, y si surge algún problema, actuará de inmediato, investigará y cooperará plenamente con todas las autoridades.
La empresa estadounidense Seagate fue multada con 300 millones de dólares el año pasado después de que se revelara que había vendido 7 millones de discos duros a Huawei. Si se descubre la travesura, TSMC también podría enfrentarse a multas, pero no se le amenaza con una cantidad potencialmente mayor, sino con la posibilidad de restringir su acceso a la última tecnología estadounidense. Si esto sucede, ya no podrán atender a una serie de clientes importantes, como Apple.
Al mismo tiempo, las posibilidades de imponer restricciones técnicas se reducen por el hecho de que también podrían perjudicar a Apple, ya que, según fuentes internas, están siguiendo de cerca los acontecimientos para utilizar su poder de lobby si la situación lo requiere. Tampoco debemos olvidar que TSMC está construyendo una gigantesca fábrica de chips en Phoenix, Arizona, con una inversión de 65 mil millones de dólares, que el gobierno federal estadounidense apoyó con 6,6 mil millones de dólares. Dado que la Ley de Revitalización de la Producción de Chips de EE. UU. también prohíbe recibir subsidios financieros para quienes hagan negocios con empresas extranjeras que representen un riesgo para la seguridad nacional, el apoyo puede ser retirado, pero es demasiado pronto para decir si la cuestión llegará a ese punto.
La escala de la historia se debe al hecho de que es difícil exagerar la importancia de TSMC. Taiwán fue fundada en 1949 por el Kuomintang, que había perdido la Guerra Civil China y huía de los comunistas, pero China la considera su propia provincia separatista. La anexión militar del Estado insular, situado a 130 kilómetros de la costa china, es una tarea extremadamente difícil, pero China ha ejercido una presión cada vez mayor sobre Taiwán en los últimos años con vuelos de aviones militares y ejercicios militares. Xi Jinping anunció en octubre en la conferencia del 75º aniversario de la fundación del Partido Comunista Chino que estaba comprometido con la reunificación total.
Independientemente del equilibrio de poder, esto no sucedió porque Taiwán no está oficialmente protegido por una garantía de seguridad estadounidense, pero a lo largo de las décadas TSMC se ha convertido en el mayor fabricante de chips del mundo y, como tal, en el centro de la civilización occidental avanzada. Todo, desde la industria energética hasta la tecnología militar, depende de ello. Por lo tanto, el país está protegido principalmente por el llamado Escudo de Silicio, que no es más que una importancia económica y política global para la tecnología avanzada, por lo que puede ser interesante ver qué impacto tendrá el chip 5G en las condiciones políticas internacionales.
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