En 2023 se realizó un censo en Uruguay que mostró que en los últimos 10 años el número de nacimientos en este país de alrededor de 3,5 millones de habitantes ha disminuido tanto que la población ha comenzado a disminuir. En comparación con el último censo de 2011, todavía hubo un aumento del uno por ciento, pero los 62.000 inmigrantes que llegaron al estado en la desembocadura del Río de la Plata en la última década contribuyeron a las cifras mejoradas. Muchos están en un estado de ánimo apocalíptico debido a los resultados, pero hay señales de un proceso a largo plazo. Ya en 2011, el expresidente José Mujica advirtió al público uruguayo:
Estamos mostrando signos alarmantes de destrucción.
Desde entonces, no ha habido luz al final del túnel, pero según los datos, los responsables del país tienen motivos para preocuparse.
Desde 2016, la tasa de fertilidad, es decir, el número de hijos que tiene una mujer durante la infancia, ha caído de 2,0 a la asombrosa cifra de 1,2 hijos.
Una sociedad sostenible requiere al menos 2,1 nacimientos por persona, lo que sólo puede significar un crecimiento muy lento. En comparación, Hungría lucha con problemas similares, pero la cifra es aún mayor aquí, 1,59 en 2021.
A nivel estadístico, Uruguay es uno de los países más desarrollados de América del Sur, su IDH (índice de desarrollo humano, una especie de medida del nivel de vida) es similar al de nuestro país, pero está ligeramente por detrás. Sin embargo, la distribución de la riqueza por grupos de edad y clases sociales es muy desigual.
Por eso la población está disminuyendo.
El país sudamericano está presenciando la versión uruguaya del descenso demográfico típico de los países desarrollados. El brutal gasto social conocido en Europa está aderezado con el hecho de que el país sufre al mismo tiempo la pobreza extrema que es un problema importante en muchos países de América Latina. Lo primero provocó el envejecimiento de la sociedad, mientras que lo segundo condujo a mejoras drásticas en la tasa de fertilidad de los desfavorecidos.
Debido al problema de que muchas personas nacen en la pobreza, los gobiernos han implementado una serie de medidas de políticas públicas en los últimos 10 años para promover la planificación familiar responsable. Por ejemplo, en el contexto del sistema de salud.
Se deben proporcionar anticonceptivos gratuitos a las mujeres que los necesiten.
Debido a estas nuevas normas, según el censo, la disminución de la fertilidad fue mayor entre las mujeres menores de 25 años. Entre ellos se encuentra la mitad de todos los descensos, y a esta categoría también pertenecen los embarazos adolescentes no deseados.
Por otra parte, la mentalidad de la sociedad y las perspectivas financieras también han cambiado significativamente. Para las mujeres suele ser difícil conciliar el trabajo y la crianza de los hijos, pero encontrar trabajo después de ellos no es fácil. Sin embargo, para ser más precisos, la maternidad y el trabajo de ama de casa ya no son las únicas opciones de vida.
Debido al clima económico, la vida con los ingresos de uno de los padres no es muy estable.
Debido a esto, la edad fértil puede retrasarse o no llegar nunca. Muchas veces, los uruguayos que quieren tener hijos de manera responsable no cuentan con suficiente dinero ni pareja estable.
Niños en pobreza
Esto, en línea con las tendencias internacionales, hace que las personas que viven en condiciones pobres sigan estando más dispuestas a tener hijos porque no tienen suficiente información para dejarse disuadir por los problemas financieros asociados con tener hijos.
Uno en 2009 Investigación Según el estudio, las mujeres uruguayas con menor educación y menores ingresos tenían significativamente más hijos que sus contrapartes más educadas y ricas. Por lo tanto
En un país de 3,5 millones de habitantes, alrededor de 157.000 niños viven por debajo del umbral de pobreza.
A menudo, en los barrios marginales, ni siquiera tienen acceso a agua potable. El entorno de estos menores no les permite integrarse en la sociedad, por lo que la mayoría abandonan los estudios. Los adultos de los barrios pobres se enfrentan al acaparamiento, al reciclaje de vidrio y al crimen organizado. Todo esto presagia una crisis social generalizada a medida que esta generación entre en edad laboral.
Las acciones se pueden revertir
La investigación mencionada anteriormente también indica que, mientras que el 40 por ciento de los niños entre 6 y 12 años vivían por debajo del umbral de pobreza en 2008, la proporción era sólo el 6 por ciento de los mayores de 65 años. Esto se debe principalmente a las pensiones.
El sistema de seguridad social de Uruguay está sobrecargado de prestaciones de vejez.
Además, hay más generaciones de población todavía en su mejor edad laboral. Debido a la nueva tasa de fertilidad, se espera que la población del país envejezca rápidamente; a pesar de ello, los expertos todavía consideran que la política social del gobierno es adecuada.
Esperábamos que la fertilidad cayera, pero no tan rápido
– Ignacio Pardo, un científico social de Uruguay, reconoció la impactante naturaleza de la tasa de fertilidad de 1,2. hacia El Bosque.
Sin embargo, Barto afirmó que no todos los bebés que nacen es necesariamente un problema y que la población está disminuyendo. Porque de esta manera, 157.000 niños que viven en la pobreza, que ya viven en pésimas condiciones, obtienen más recursos. Según él, es necesario reorganizar el sistema de bienestar social para que los jóvenes puedan salir de la pobreza y no fomentar los nacimientos, porque en primer lugar se tomaron medidas para suprimirlos.
Resolverán el problema con los inmigrantes
Según algunos, se han excedido. En 2011 nacieron en Uruguay unas 46.000 personas. Incluso este año, la Oficina de Estadísticas Nacionales predice que solo nacerán 44.000 bebés en 2022. Luego llegó 2022, en realidad solo nacieron 32.000 y murieron 39.000.
Los científicos sociales y los políticos ahora quieren reemplazar a la población en constante evaporación con inmigrantes. En los últimos 12 años, cerca de 62.000 personas nacidas en el extranjero emigraron a Uruguay, principalmente desde Venezuela, Argentina y Cuba. Esta migración trajo sólo un pequeño aumento demográfico del 1 por ciento de la población de Uruguay.
Con suerte, comenzará una nueva ola de inmigración que permitirá al país mantener su población y aumentarla.
– Dijo el presidente de la Comisión Nacional del Censo, Isaac Alfie, al presentar los resultados preliminares del censo.
Vale señalar que la desaceleración del crecimiento poblacional es un fenómeno global y la situación en Japón, por ejemplo, es más grave que en Uruguay. En este articulo Lo hemos tratado en detalle.
(Foto de portada: Aidan Abramovich/AFP)
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