La novia de Giozo LeBlanc, 33 años menor que él, se cayó por un precipicio

La novia de Győző Leblanc, la cantante Krisztina Szeredy, 33 años menor que ella, es una auténtica persona aventurera. Según él mismo, le gustan los desafíos, y mientras a otros les gusta tomar el sol en la playa de arena, él prefiere la montaña rocosa. Esto provocó su pérdida a principios de junio, ya que cayó a un metro del acantilado por un paso en falso y lamentablemente cayó destrozándose el brazo.

La amiga más joven de Győző Leblanc se rompió el brazo por un mal movimiento

Sufría tanto dolor que incluso en Italia lo llevaron al hospital, donde también se enfrentó al hecho de que no podría sobrevivir con un yeso y definitivamente tendría que ser operado. Sobre los detalles Ciudades importantesdijo Christina Sheridy.

“Tengo un grupo pequeño y organizan viajes todo el tiempo. Cualquiera que esté allí paga un viaje casi mensualmente durante un año. A principios de junio también pensé en unirme a ellos durante cinco días. Desafortunadamente, sólo puedo ir por un corto tiempo, porque rara vez tengo tiempo libre debido a mi trabajo en el escenario. Tenía un gran deseo de ir a Italia, incluida la Toscana.

En lugar de una playa de arena, prefiero las montañas rocosas. Practico buceo y tengo muchas aficiones inusuales.

Afortunadamente, hasta ahora Dios me ha protegido de accidentes graves. Hasta ahora me ha sucedido un incidente tan banal e innecesario”, comenzó su intervención en el diario.

Ingresó en el hospital con fuertes dolores.

Cristina Sheridi Hoy pudo contarnos lo sucedido con una sonrisa, pero no sólo él, sino también sus compañeros de viaje se asustaron mucho en ese momento.

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“En realidad fue un accidente con una selfie. Quería tomar una foto de una roca increíble, sostenía el teléfono con ambas manos y pensé en dar un paso atrás para tomar una mejor foto.

De repente, el suelo desapareció bajo mis pies y caí aproximadamente un metro.

Para proteger mi dispositivo, me caí sobre mi codo derecho. Mi mano estaba destrozada, pero mi teléfono estaba intacto. Me senté en la roca durante aproximadamente tres cuartos de hora, llorando todo el tiempo y pensando que me iba a desmayar del dolor. Me he roto la muñeca y el tobillo antes, lo cual es terrible en comparación con ellos. Los turistas fueron amables, aunque eran desconocidos para mí, me trajeron hielo para aliviar mi dolor”.

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