20 de junio de 2024 – 13:40
Marco Rossi observa a su equipo – Foto: Istvan Huszty/Telex
La selección húngara de fútbol perdió el miércoles por la tarde por segunda vez en la Eurocopa disputada en Alemania. Incluso si la derrota de los alemanes no fuera una derrota calculada de antemano, se podría haber esperado. El capitán ya había insinuado en la rueda de prensa previa al partido que el rival no era mejor que nosotros sólo en el papel. Esto hace que nunca sea más fácil aceptar el fracaso, pero hay que seguir adelante, porque el domingo Escocia es el rival al que las casas de apuestas, así como los profesionales, dan más posibilidades de ganar.
Los jugadores regresaron en autobús a la base desde Stuttgart y llegaron a Weiler im Allgau pasada la medianoche. El jueves a las 11 de la mañana practicaron los que no habían jugado o habían jugado poco el día anterior. La renovación suele ser la norma para el equipo central en este caso, y ese también fue el caso aquí. Después de una pequeña práctica de gimnasia, los demás salieron al campo a practicar práctica de balón. Laszlo Kleinheisler jugó poco más de media hora y estuvo en el campo de entrenamiento, al igual que Adam Martin y Zsolt Nagy, que fueron sustituidos en el último cuarto de hora.
“Vamos, hermano, sigue adelante”, animó Atila Salai a sus compañeros. No pueden quejarse del estado de ánimo, del lenguaje corporal o de criticarse mutuamente. Pero el equipo tuvo que recuperar las viejas sensaciones, porque el año pasado terminó toda la temporada invicto. Este año, sin embargo, ya sufrió tres derrotas en junio, la última vez que perdió dos veces en cuatro días en 2021: ante Inglaterra en el Puskas Arena y luego en Albania.
Ahora es necesario no sólo mantener el espíritu de lucha y la motivación, sino también aumentarlos. Sentirse más exitoso puede ayudar con esto. Sin embargo, derrotar a los escoceses puede abrir la oportunidad de avanzar, pero la ecuación aún se desconoce y los resultados de otros grupos también deben ser monitoreados. Si tienes suerte, normalmente tres puntos son suficientes.
La última vez que la selección húngara comenzó un torneo importante con dos derrotas fue en 1978. En aquel momento la mejora no se produjo y la selección húngara abandonó el Mundial de Argentina con cero puntos.
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