Hasta el miércoles, unos 150.000 refugiados ucranianos habían llegado a la República Checa, más de 90.000 de los cuales ya habían recibido visas especiales para permanecer en el país, recibir atención médica y trabajar. El ministro del Interior, Vít Rakusan, respondió a una pregunta de la agencia de noticias CTK en Praga el miércoles. El titular del ministerio confirmó que la mayoría de los refugiados seguían siendo mujeres y niños.
Según Vít Rakusan, los centros de socorro en las 13 regiones de Praga y la República Checa funcionan a toda velocidad para gestionar los asuntos administrativos de los refugiados y brindarles atención, refugio y los exámenes y tratamientos médicos necesarios.
En Praga, se instaló un centro de socorro en el Palacio de Congresos, donde, según el alcalde Zdenek Hrib, hasta el momento se ha tratado a 19.000 refugiados. Una vez que las opciones de alojamiento de la capital alcancen un límite, algunos refugiados serán transferidos a centros regionales con mayor capacidad disponible. Aparte de Praga, un gran número de ucranianos prefieren mudarse al sur de Moravia y al sur de Bohemia.
El Ministro dijo que la República Checa puede brindar atención básica y de bienvenida a unos 250.000 refugiados ucranianos. El gobierno resolverá el problema de larga data el miércoles por la tarde.
La agresión rusa contra Ucrania ha provocado una ola de solidaridad generalizada entre el pueblo checo. Según un informe reciente del primer ministro Petr Fiala, el gobierno ha donado más de 600 millones de coronas (9.300 millones de florines) en armas y municiones al gobierno ucraniano, y esta asistencia continuará. Hasta la fecha, el gobierno ha asignado alrededor de 3600 millones de coronas (55 800 millones de forindos) para ayudar a los refugiados ucranianos, mientras que el sector público ha recaudado más de 1500 millones de coronas (23 250 millones de forindos), y esa cantidad aumenta día a día.
A pedido del gobierno de Bratislava, la República Checa envió 100 soldados y policías a Eslovaquia para ayudar a lidiar con los problemas de refugiados allí. Algunos checos trabajarán en la frontera entre Ucrania y Eslovaquia, la mayoría de ellos, junto con sus homólogos eslovacos, construyendo un campo de refugiados para 400 personas cerca de Ruzomberg. (MTI)