El epidemiólogo británico Tim Spector, defensor de una dieta que favorezca un microbioma intestinal saludable, cree que la gente debería comer al menos 30 tipos diferentes de plantas por semana y sustituir los alimentos ultraprocesados por fermentados.
Según un estudio realizado por la Universidad de Stanford, una dieta rica en alimentos fermentados mejora la inmunidad y la salud en general. También ayuda a mantener el peso al tiempo que reduce el riesgo de diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares. Los expertos consideran que el intestino es el «segundo cerebro» del cuerpo. Un microbioma poco saludable se ha relacionado con el desarrollo de la depresión. Los alimentos fermentados contienen bacterias beneficiosas conocidas como probióticos, que promueven la salud intestinal y la función intestinal saludable.
Los supermercados han adoptado la nueva tendencia alimentaria y han abastecido sus estantes con botellas de kéfir y kombucha, así como cajas de pasta de miso y kimchi. Estos productos suelen ser un poco caros, pero puedes hacerlos en casa.
No lleva más tiempo hacer chucrut que hacer una ensalada con aderezos, dice la especialista en fermentación Asa Linnea Simonson. Lo único que tienes que hacer es picar la col, sazonarla con sal y colocarla en un bol donde pueda fermentar. Este proceso se llama fermentación salvaje y depende de microorganismos que se encuentran naturalmente en los alimentos o en el aire.
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