La historia del kéfir se remonta a las laderas del norte del Cáucaso.
Según la leyenda, Mahoma compartió el secreto de hacer kéfir y usar hongos de kéfir con los ortodoxos locales. Prohibió transmitir el secreto a nadie, porque entonces se perdería el poder mágico del kéfir. Esta fue la razón principal por la que el método de elaboración del kéfir no se conoció durante mucho tiempo. El kéfir tradicional se elaboraba en bolsas de cuero colgadas en la puerta.
Era costumbre patear o golpear a cualquiera que entrara en la bolsa para mezclar el líquido. El kéfir se deriva principalmente de bacterias del ácido láctico, bacterias del ácido acético y levaduras.
Por eso el kéfir tiene un buen efecto en nuestra salud
- Tiene un excelente valor nutricional y es alto en proteínas y calcio.
- Es de muy fácil digestión, por lo que podemos consumirlo en cantidades ilimitadas.
- Durante la fermentación, gran parte de las proteínas se convierten en aminoácidos libres, que nuestro organismo puede aprovechar mejor. (Tanto es así que se ha utilizado a lo largo de la historia en hospitales para tratar diversas enfermedades intestinales, indigestiones, cardiopatías isquémicas, hipertensión arterial y alergias).
- Las bacterias que contiene producen la enzima lactasa (evitar que el cuerpo produzca lactasa conduce a la intolerancia a la lactosa), por lo que digieren la lactosa en la leche para nosotros y la convierten en ácido láctico.
- Es una excelente fuente de vitaminas, ya que contiene la mayoría de las vitaminas solubles en agua, con la excepción de las vitaminas C y B12.
- Debido a que contiene un porcentaje muy alto de microbios vivos, el kéfir se considera un probiótico junto con el yogur.
El kéfir tiene importantes beneficios para la salud. Su textura y sabor varían mucho en todo el mundo según la región y la marca. Así que, si pruebas uno y no te gusta, no te rindas, prueba con otra marca o crea la tuya propia Fuente: Vertical.com
El intestino es el ‘segundo cerebro’
El microbioma, es decir, las bacterias beneficiosas que viven en el intestino, se estudia cada vez más. Una de las afirmaciones más intrigantes es que los microorganismos que viven dentro de nosotros también pueden comunicarse con nuestras células cerebrales. La interacción exacta entre el tracto intestinal y la salud mental aún no está clara, y muchos mecanismos posibles pueden jugar un papel, pero una cosa es cierta: lo que comemos y cómo nutrimos o destruimos esta delicada comunidad, juega un papel central no solo en nuestra salud. , sino también para nuestro estado de ánimo, así como para el desarrollo de nuestro bienestar.
microbioma Ahora se está investigando por su papel en el tratamiento de enfermedades que afectan el sistema nervioso central, como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, la esclerosis múltiple, la depresión y el autismo.
Según los datos de la investigación, nuestro sistema intestinal produce más del 90 por ciento de la serotonina, una sustancia para sentirse bien, mucho más que el cerebro, razón por la cual a veces se le llama el «segundo cerebro», escribe. Psicología Hoy.
La salud del sistema intestinal también es fundamental desde el punto de vista del sistema inmunitario. La salud de nuestro sistema intestinal depende de la cantidad y variedad de “bacterias buenas” que recibe, las cuales son esenciales para el funcionamiento de los intestinos y de todo el organismo. Las bacterias buenas en nuestro intestino luchan contra las «bacterias malas» que ingresan, y es por eso que podemos mantenernos saludables.
- Cuando envejecemos o tenemos problemas de salud, especialmente si necesitamos tomar antibióticos, la cantidad de bacterias buenas disminuye, mientras que las bacterias malas tienden a aumentar, lo que puede causar más problemas de salud. Por lo tanto, necesitamos complementar las bacterias buenas de nuestro intestino con probióticos. El kéfir contiene muchas bacterias buenas.
Nuestro segundo cerebro está dentro de nosotros: por eso es importante un buen microbioma >>
Por eso el kéfir es útil para el segundo cerebro.
El kéfir es un probiótico, lo que significa que contiene microorganismos (bacterias buenas) que favorecen la salud digestiva y mantienen el intestino sano. El kéfir contiene más de 30 tipos diferentes y únicos de bacterias buenas. Los microorganismos que contiene producen ácidos orgánicos y bacteriocinas que inactivan las bacterias patógenas y mejoran la salud intestinal.
El kéfir tiene muchos beneficios para la salud
Tiene propiedades antifúngicas, antibacterianas, antioxidantes y reductoras del colesterol. También mejora los niveles de azúcar en la sangre al reducir los niveles de glucosa en plasma, ayuda a tratar el estreñimiento, puede apoyar la salud cardiovascular y puede tener algunos beneficios para la pérdida de peso. El kéfir también es una buena fuente de proteínas (especialmente para los vegetarianos), vitaminas y minerales. Contiene vitaminas C, K, A, B1 y B2 (riboflavina), B5 y B7 (biotina), ácido fólico y caroteno.
También es rico en calcio y magnesio, que son minerales importantes para un sistema nervioso saludable. También contiene fósforo, que es importante para la salud de nuestros huesos, y zinc, que apoya nuestro sistema inmunológico. Sin embargo, como todos los alimentos que contienen probióticos, el kéfir puede tener efectos secundarios digestivos como gases, hinchazón o diarrea, especialmente cuando se consume por primera vez.
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fuentes:
Rosa, D. et al. «Leche de kéfir: beneficios nutricionales, microbiológicos y para la salud». Nutrition Research Reviews, volumen 30, número 1, junio de 2017, pág. 92-96
Gower, F.; et al. “La magia del kéfir: una revisión.” Pahrmacologyonline 2011, 1:376-386
Yano, JM et al. «Las bacterias nativas de la microbiota intestinal regulan la biosíntesis de serotonina del huésped», Cell. 9 de abril de 2015; 161 (2): 264-276.