Un estudio reciente puede arrojar luz sobre por qué nuestras muelas del juicio crecen hasta la edad adulta. Según una tesis publicada en Science Advances, los científicos desarrollaron un modelo analizando cráneos de primates que explica la coordinación entre el crecimiento facial y la mecánica de los músculos masticatorios.
El examen de los cráneos de primates arroja luz sobre la cuestión de por qué las muelas del juicio se desarrollan tan tarde en los seres humanos. Se puede leer en la página de la revista Independent..
Los científicos han desarrollado un modelo que explica los mecanismos de crecimiento facial y la coordinación de los músculos masticatorios. Según un nuevo estudio, el crecimiento corporal lento y las mandíbulas más cortas pueden explicar por qué los dientes humanos crecen mucho más tarde que nuestros parientes principales. Mientras que los chimpancés crecen a partir de los molares adultos en la parte posterior de la boca a los tres, seis y doce años, lo mismo se puede observar en los humanos a los seis, doce y dieciocho años.
Durante décadas, los científicos han descubierto que en los primates existe una estrecha relación entre la tasa de crecimiento de los molares adultos y la tasa general de crecimiento corporal.
Los antropólogos dicen que los humanos modernos están evolucionando muy lentamente y sus dientes adultos aparecen mucho más tarde que cualquier otro primate vivo o ya extinto.
a Se publicó un estudio en una revista llamada Science AdvancesLos científicos han desarrollado un modelo analizando cráneos de primates que explica la coordinación entre el desarrollo facial y la mecánica de los músculos masticatorios. En consecuencia, los dientes «salen» sólo si hay suficiente espacio seguro para ellos. Cualquier dentición prematura puede interrumpir por completo el trabajo del órgano masticatorio, causando daño a la mandíbula. Entonces, el estudio concluyó que esto no solo puede ayudar a predecir dónde aparecerán los molares adultos en la boca, sino también cuándo.
En el curso de la investigación, los expertos crearon modelos biomecánicos en 3D de los cráneos de unas dos docenas de especies diferentes de primates, desde lémures hasta gorilas. Estos modelos también incluyen las posiciones de anclaje de los principales músculos masticatorios durante el desarrollo de los primates. Se simuló el crecimiento de la mandíbula a diferentes velocidades en cada modelo de primate, entendiendo cómo los molares se sincronizaban con el creciente sistema de masticación de la mandíbula.
La relación biomecánica precisa entre la cara en crecimiento y los músculos masticatorios en crecimiento conduce a una relación cercana y predecible entre el desarrollo dental y la historia de vida. El retraso en el crecimiento canino observado en humanos es el resultado del lento desarrollo del crecimiento facial, según el estudio, en el que los autores resumieron sus hallazgos: La mandíbula creció muy lentamente, quizás debido a nuestra lenta historia de vida general, un lugar mecánicamente seguro o si se prefiere un «punto de Favorable» resulta en una edad muy tardía para la erupción de los molares.
Los científicos dicen que el retraso en el desarrollo de los molares también ayuda a aclarar por qué nuestras muelas del juicio se retrasan.
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