«Rusia fue el último imperio europeo»

– Hungría es una pequeña parte del rompecabezas geopolítico global, pero al mismo tiempo, en los últimos años, nuestro país ha desarrollado relaciones muy amplias con los países del mundo oriental. ¿Qué puede aportar Hungría para fortalecer a Europa en términos de tiempo?

– Es muy importante para Europa y la Unión mantener buenas relaciones con otras regiones y estados culturales del continente, y Hungría está a la vanguardia del desarrollo de relaciones. Un buen ejemplo de esto es Turquía y los países turcos. La dirección correcta es combinar las ventajas de la alianza occidental con un enfoque abierto a las diferentes regiones culturales del mundo. Un país pequeño que sea miembro de un sistema federal fuerte, por un lado, tiene mejor acceso a otros actores.

Esto no debería dar lugar a conflictos, y Europa debería ser lo suficientemente abierta como para separar las lealtades políticas de las oportunidades económicas y otros vínculos culturales, intelectuales y científicos.

Después de todo, podemos aprender mucho de otros pueblos del mundo, en los negocios, la tecnología y otros campos, sin crear una estrecha integración económica y política con ellos, como la UE. La Unión debería aceptar esto y no limitar a los países más pequeños a desarrollar relaciones fuera de Europa, ya que esto es precisamente lo que se necesita en el siglo XXI.

El primer ministro Viktor Orban (J) recibe al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el monasterio carmelita el 20 de agosto de 2023, en una fotografía publicada por la oficina de prensa del primer ministro. Foto: MTI/Oficina de Prensa del Primer Ministro/Penco Vivian Ser

– Volviendo a China: la posición de Pekín es que no quiere asumir el papel hegemónico de Washington. ¿Ves alguna posibilidad de que esto cambie si esta potencia asiática tiene una oportunidad real?

– China ya es el mayor productor industrial del mundo, por lo que en lo que respecta a alimentos, por ejemplo, ya es el número uno. Sin embargo, no creo que sea realista que Beijing esté directamente en una posición similar a la de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial o en los años noventa. No creo que China alcance el dominio político, económico, cultural y científico en un futuro próximo. En cambio, vemos que las dos grandes potencias tienen herramientas y fortalezas completamente diferentes. Aunque China es el mayor exportador industrial, el mundo está dominado por los medios y las historias estadounidenses. Incluso en los países vecinos de China, muy pocos dependen de los medios, productos culturales y narrativas chinas. Un buen ejemplo de esto es Corea del Sur, que depende económicamente de Beijing, pero los jóvenes coreanos (pensemos en el K-pop) usan expresiones en inglés para estar más a la moda y ser más cool. Es este tipo de dinamismo el que ha hecho que Estados Unidos se resista aún más a la influencia cultural de China. Lo que vemos es una asimetría de los tipos de poder.

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Washington y Beijing son dos potencias geopolíticas importantes, pero su fuerza se basa en bases completamente diferentes.

A partir de esto, es poco probable que alguna potencia gane influencia en el futuro como lo hizo Estados Unidos en el pasado. Al menos en nuestra vida, eso no es realista.

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