La agencia del gobierno estadounidense responsable de la seguridad vial, la NHTSA, ya no exige que los controles tradicionales -pedales y volantes- estén presentes en los vehículos autónomos.
Hasta ahora, un automóvil autónomo de este tipo solo podía comercializarse si el fabricante solicitaba una exención con la NHTSA, pero eso parece ser el final: la agencia solo exige que los vehículos autónomos ofrezcan el mismo nivel de seguridad como los coches conducidos por humanos.
Los vehículos sin controles manuales han sido probados por varios fabricantes en los últimos años, incluido Waymo, desarrollador de soluciones de conducción autónoma de Google, y Cruze, parte de General Motors, pero solo se lanzaron después de un proceso muy engorroso.
Esto eliminó otro obstáculo para la proliferación de vehículos autónomos. Todo lo que queda es un sistema de conducción autónoma que maneja todas las situaciones de tráfico con un 100 % de seguridad, pero aún no sabemos nada al respecto.
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