La Guardia Costera española rescató el viernes a unos 40 inmigrantes africanos frente a las costas de Tenerife después de que un barco volcara durante un peligroso cruce hacia las Islas Canarias, un aumento de diez veces en dicho tráfico el año pasado.
Un portavoz del servicio de emergencia dijo que se confirmó la muerte de dos mujeres y un hombre cuando llegaron al puerto, mientras que dos mujeres fueron trasladadas al hospital con heridas leves.
Con máscaras y gafas protectoras, los trabajadores de la Cruz Roja llevaron a varios niños pequeños a tierra y a los adultos heridos a una carpa médica en el muelle de la localidad turística de Los Christianos, en la costa sur de la isla.
La ONU dice que más de 2.200 personas murieron en el mar tratando de llegar a Europa el año pasado. La recuperación se produjo cuando la agencia de inmigración anunció que un tercio de Canarias se encontraba en una ruta cada vez más transitada.
Unos 23.000 migrantes se dirigieron desde África a un archipiélago a 60 millas al oeste de la costa atlántica de Marruecos.
La agencia de migración dijo que 850 personas murieron en la ruta el año pasado, y la recomendación COVID-19 provocó el reasentamiento de muchos trabajadores que se vieron gravemente afectados por la pesca o la agricultura.
Con las instalaciones de llegada existentes sobrepobladas, los funcionarios se quedan en miles de campamentos, lo que genera críticas de grupos de derechos humanos por las condiciones inhumanas.