El jueves, el Departamento de Estado de EE. UU. anunció que comenzó una serie de diálogos entre los gobiernos de EE. UU. y Gran Bretaña en Washington sobre la coordinación de la política de sanciones.
Según el comunicado del ministerio, altos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores se reunieron este miércoles con una delegación de alto nivel del gobierno británico, en el marco del primer foro de diálogo sobre sanciones estratégicas entre Estados Unidos y Reino Unido. El diálogo se inició sobre la base de la Declaración del Atlántico entre ambos países, que nació este año, y tiene como objetivo fortalecer la cooperación en materia de estrategias de sanciones, así como en materia de imposición, focalización, implementación, cumplimiento y adecuación de medidas. Las dos delegaciones discutieron la aplicación de medidas punitivas destinadas a prevenir y eliminar actividades malignas, y el propósito de la reunión fue demostrar la capacidad de trabajar juntos para proteger los estándares internacionales – se lee en el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según el comunicado, EE. UU. y el Reino Unido reafirmaron su posición de que las sanciones son una herramienta clave de política exterior.
Como resultado de la guerra de Rusia contra Ucrania, Estados Unidos y sus aliados impusieron sanciones a 2.500 personas y organizaciones y congelaron miles de millones de dólares en activos, según el documento presentado en la audiencia del gobierno estadounidense-británico.
Al mismo tiempo, el gobierno de EE. UU. anunció que había «sancionado a otras 120 personas y entidades por responsabilizar a Rusia por su ocupación ilegal de Ucrania y la limitación de las capacidades de combate de Rusia». El propósito de las sanciones es evitar que Rusia obtenga materias primas importantes, lo que afectará su capacidad futura de producción y exportación de energía. El Departamento de Estado de EE. UU. anunció que algunas de las nuevas medidas punitivas se crearon para evadir y eludir las sanciones ya vigentes.
(MTI)
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