Después del éxito de ayer contra Polonia, la selección estuvo de buen humor durante todo el día.
El capitán de la selección, Janos Trincini, tampoco cambió esta vez el horario. Después del entrenamiento matutino, antes del partido celebró una reunión táctica con los jugadores en el hotel y luego el equipo se dirigió en autobús al estadio central. para el partido. Campeonato de Europa, Gimnasio Mirza Delibasic.
Tras ocupar el vestuario, se pudo cambiar de ropa y luego realizar los habituales calentamientos previos al partido. Ya desde la salida se vio que los jugadores no subestimaban al rival y todos estaban concentrados al 100% en el partido.
Bomba de Csoszánszki, otra victoria en la Eurocopa de Hungría
Los primeros minutos fueron testigos de un partido tenso, ya que el equipo húngaro intentó poseer el balón lo más posible y los turcos jugaron con violencia y, a veces, con brusquedad. A pesar de ello, el equipo de János Trincini intentó pacientemente consolidar sus ataques y, en ocasiones, Bohoni les ayudó a disparar el balón fuera de la red. Türkiye intentó mantener el marcador y todo salió bien hasta el minuto nueve: luego
Barabas recibió un tiro libre que ejecutó sin piedad Soszanski (1-0).
Los turcos avanzaron tras el gol recibido, pero no se atrevieron a arriesgar demasiado, ya que habían aprendido de los errores ante Rumanía. Al cabo de un cuarto de hora de juego, Kish pudo haber marcado de todos modos, pero el portero turco bloqueó el intento con un brillante disparo. Albayrak no tardó en sufrir una lesión y fue tratado durante mucho tiempo en el campo, pero pudo continuar el partido. El partido de paciencia continuó y lo más importante era conseguir los tres puntos. Al comienzo de la primera parte, los árbitros señalaron una falta totalmente clara sobre Laczko en una buena posición, pero al menos el delantero húngaro no resultó herido. Mientras tanto, los aficionados húngaros en las gradas hacían lo mejor que podían y el equipo necesitaba una ovación. No se marcaron más goles en la primera mitad, por lo que ambos equipos se fueron al descanso con Hungría ganando 1-0.
Ya al comienzo de la segunda parte, los turcos no abandonaron su estilo de juego rudo, en el que los árbitros también eran compañeros. En el minuto 29, Bohony hizo una maravillosa parada para preservar la ventaja de Hungría por un solo gol. El equipo de János Trincini siguió controlando el partido y los turcos se limitaron a defenderse, aunque estaban en desventaja.
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