Una soldado australiana y su marido han sido detenidos acusados de espiar para Rusia bbc.
Ambas parejas son de ascendencia rusa pero viven en Australia desde hace más de una década: Kira Korolyov, un soldado del ejército de 40 años, y su marido Igor Korolyov, de 62, comparecieron ante el tribunal. Brisbane el viernes. Ambos están acusados de conspiración para cometer espionaje y se enfrentan a hasta 15 años de prisión si son declarados culpables.
La pareja está acusada de obtener material de las Fuerzas de Defensa Australianas (ADF), que querían compartir con sus agentes rusos. Sin embargo, según la policía australiana, no se reveló ningún secreto «militar importante», por lo que la pareja no puede causar daños graves.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirmó que los servicios de seguridad del país le habían proporcionado «amplia información», pero no quiso comentar directamente sobre el caso, tal como se encuentra ahora ante el tribunal.
El jefe de la Policía Federal Australiana (AFP), Reece Kershaw, fue más comunicativo. Añadió que la pareja había estado en Australia durante más de una década antes de cometer el presunto delito y se habían convertido en ciudadanos hace años.
Igor trabajaba como autónomo y Kira era técnica de sistemas de información en el ejército y tenía autorización de seguridad para este trabajo, por lo que tenía acceso a información clasificada.
Según Kershaw, la mujer viajó en secreto a Rusia durante sus vacaciones y luego le pidió a Igor que accediera a su cuenta de trabajo y le enviara materiales confidenciales para pasarlos a las autoridades rusas.
Kershaw dijo que la investigación aún está en curso para determinar si se les entregó el material.
Ni Kershaw ni el jefe del Servicio de Contrainteligencia australiano, Mike Burgess, con quien mantuvo una rueda de prensa conjunta, explicaron la naturaleza de los documentos, ni dijeron de dónde obtuvieron información sobre los presuntos crímenes.
Pero Burgess dijo que la continua amenaza de espionaje era «real».
«Varios países están intentando robar los secretos de Australia. No podemos ser ingenuos y complacientes».
Kershaw destacó que los aliados de Australia «pueden estar seguros» de que el país «seguirá detectando y desbaratando el espionaje y la interferencia extranjera».
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